miércoles, 19 de agosto de 2020

El cáncer como enfermedad metabólica

Comprendiendo el efecto Warburg)

Primera Parte


A principios del siglo XX se descubrió que los tumores tienen una enorme necesidad de azúcares dado que estas constituyen su único combustible biológico. A la total dependencia que las neoplasias tienen de la fermentación dis-aeróbica (independiente del oxígeno) de glucosa se llamó efecto Warburg en honor a su descubridor y constituye el rasgo fisiológico primordial de los tumores.(1,2) Si bien este hecho fue confirmado numerosas veces, el advenimiento de la era genómica desvió el inetrés de los investigadores, que descartaron el efecto Warburg considerándolo un epifenómeno de la tumorigénesis, un proceso accesorio. La realidad, sin embargo, es que el efecto Warburg (o glucólisis dis-aeróbica, pues sucede haya o no O2 ) es un proceso central del cáncer y constituye su principal factor de supervivencia.

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La incidencia del cáncer aumenta exponencialmente con la edad (hasta los 84-5 años en que comienza a decrecer),(3,4) mientras que la tasa metabólica basal, es decir, el gasto mínimo necesario para mantenernos con vida o, dicho de otro modo, la intensidad del funcionamiento básico de nuestro organismo (asociada a la respiración celular o metabolismo oxidativo), decrece continuamente a medida que envejecemos.(5,6) De ello se desprende que hay una relación inversamente proporcional entre la actividad (y el número) de las mitocondrias -organelas celulares encargadas de producir energía en presencia de oxígeno- y las probabilidades de desarrollar cáncer o propiciar el crecimiento de un microtumor ya existente.(7,8)

En nuestro organismo, la energía puede ser obtenida de dos maneras: por medio de la respiración celular o por medio de la glucólisis. De hecho, la glucólisis, es siempre el primer paso de ambas rutas. Cuando existe abundante oxígeno dentro de la célula, la glucosa continúa siendo procesada en una serie de eficientes reacciones de oxidación1. En cambio, cuando hay insuficiente oxígeno (hipoxia) la célula debe recurrir a la glucólisis (fermentación anaeróbica de la glucosa) o de lo contrario, morir lentamente.(9)

Las Células cancerosas son "esclavas" metabólicas de la glucosa

Durante su explosivo crecimiento, los tumores invariablemente superan el aporte de sangre que les llega de la vasculatura adyacente (microvasos sanguíneos locales)(10) La micro-vasculatura local resulta del todo insuficiente para cubrir las necesidades energéticas de las células cancerosas en rápida división, las que, para poder sobrevivir y cumplir su cometido de reparación orgánica -misión original de toda neoplasia-(11-13) transforman su fenotipo o disposición funcional por medio de cambios epigenéticos, silenciando la expresión de algunos genes y activando la de otros.
La fermentación de la glucosa es una ruta de obtención de energía que las células normales usan solo en situaciones de emergencia: ejercicio intenso, necesidad de proliferación acelerada frente a una infección, herida, quemadura y/o, finalmente, en el cáncer. La glucólisis es esencialmente la división de la glucosa en dos moléculas de ácido pirúvico2 , las cuales producen de inmediato, tras su fermentación, dos "unidades de energía" (ATP) para la célula.
La oxidación normal de una molécula de glucosa por medio del ciclo de Krebs y la fosforilación oxidativa rinde 36 moléculas energéticas (ATP) mas dióxido de carbono (CO2).
La sola fermentación de esa misma molécula rendiría apenas 2 moléculas de ATP más ácido láctico.

Meditando al respecto nueve años atrás -en una de esas madrugadas insomnes en que los problemas o enigmas de pronto se esclarecen- nos dimos cuenta de la particular significación fisiológica de dichos números: la glucólisis es l8 veces memos eficiente que la normal fosforilación oxidativa (OXPHOS).(14) Si han de sobrevivir a este bajísimo rendimiento energético, las células que se han visto obligadas a tomar la ruta de la glucólisis deben compensarlo con un brutal incremento en el ritmo metabólico. Es así que su intensidad de procesamiento de la glucosa llega a ser unas 100 veces mas alto que el de la normal respiración celular [OXPHOS). Más que ninguna otra característica, la fermentación acelerada de glucosa es el rasgo distintivo del cáncer. Esa es la razón por la cual muchas veces el cáncer termina consumiendo enteramente las reservas energéticas corporales (la grasa y los músculos) de la persona que lo padece.

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1 El primer conjunto de reacciones lleva a cabo la descarboxilación oxidativa y el ciclo del ácido tricarboxílico (Krebs)y el segundo, la fosforilación oxidativa (cadena transp. de electrones).
2 Se requieren tres moléculas de oxígeno (O2) por cada molécula de ácido pirúvico y al final de la fosforilación oxidativa se produce un resultado neto de 36 moléculas de ATP Desde el punto de vista evolutivo, esta es la razón bioquímica por la que la mayoría de los animales respiran oxígeno.

Mientras más maligna, indiferenciada e invasiva es una célula, más intensa es su metabolización de azúcar, lo cual nos da una medida objetiva y precisa del grado de malignidad de la enfermedad y constituye la mejor definición de la diferencia entre displasia y neoplasia: lo que distingue verdaderamente a un tumor maligno de uno benigno es la intensidad conque lleva a cabo la glucólisis. Es así que el rasgo fenotípico universal del cáncer, su mas relevante factor común, es la glucólisis hipermetabólica. La importancia de este hecho, como se verá, es enorme, ya que nos provee de una herramienta práctica para el control metabólico de la enfermedad.

A la luz de los más avanzados conocimientos actuales no hay dudas de que la glucólisis es la única ruta metabólica capaz de proveer la enorme cantidad de energía necesaria para sostener el estado proliferativo que tiene lugar durante la reparación de toda lesión aguda y durante el crecimiento tumoral. (15)

Bajo condiciones de hipoxia (como la que ocurre en la anemia crónica, las infecciones severas o recurrentes, la disminución de la capacidad de transferencia de oxígeno de nuestras membranas celulares -por las que ingresa el O2 al interior de la célula- la pérdida progresiva del número y actividad enzimática de las mitocondrias con la edad) las fuerzas de la evolución favorecen, por selección natural, a aquellas células con una alta capacidad para la glucólisis.(16,17) Mas aún, el incremento de la fermentación glucolítica genera corno subproducto mucho ácido láctico, Io cual acidifica el microambiente tumoral. La presión selectiva favorece a aquellas células capaces de resistir tales condiciones y las células premalignas serán progresivamente menos dependientes del oxígeno, a la vez que más capaces de proliferar en condiciones ambientales tan adversas que matarían a una célula no maligna. Existe abundante evidencia experimental que permite corroborar este fenómeno. La elevada presencia de transportadores específicos de glucosa (GLUTs) en las células tumorales tiene una altísima correlación con su malignidad.(18,20) Los transportadores GLUT son una familia de proteínas que, en mayor o menor número, operan encastradas en la membrana exterior de toda célula, encontrándose hiper-expresadas en las células malignas hasta diecisiete veces más (1700%).(21) Un gen en particular, el oncogen c-Myc induce una exagerada expresión del transportador de glucosa GLUT-1, así como de varios otros genes involucrados en la glucólisis.(22)

iY qué se dice al respecto en la "biblia" de la oncología convencional? Exactamente lo mismo. El cáncer metastásico siempre se acompaña de una intensa glucólisis. En su segundo tomo, página 1699, último párrafo, nada menos que Vincent Devita Jr., hijo del ex-director del NCI (National Cancer Institute) y pope de la oncología convencional del siglo veinte, dice lo que a continuación traduzco:

“Virtualmente todos los tumores sólidos que constituyen nódulos metastáisicos tienen un alto valor de captación estándar en las tomografías PET."

DeVita, Hellman and Rosemberg’s
Principles and Practice in Oncology, 8th Edition.

La PET, o Tomografía por Emisión de Positrones, es una herramienta diagnóstica de amplio uso en oncología, cuya realización requiere inyectar un análogo sintético de la glucosa (una especie de azúcar artificial) ligada a una substancia radioactiva. El resultado es un compuesto llamado 18-Fluoro-2-Deoxi-D-glucosa (o FDG)3, que es ávidamente absorbido por toda célula neoplásica activa debido a su enorme necesidad de azúcar.(23) El principio fisiológico subyacente que es explotado cada vez que se realiza una tomografía PET no es otro que la glucólisis hipermetabólica.

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3 Este marcador radioactivo, una vez inyectado en la circulación es captado por las células cancerosas -que mientras más activas y malignas sean, más avidez tendrán por la glucosa y una vez dentro de estas es fosforilado por la enzima hexoquinasa. Una dosis usual de FDG para un escaneo oncológico en un adulto es de 300 MBq (MiliBequerels). Dado que el átomo de oxígeno que es reemplazado en el compuesto original por el Flúor-18 para generar FDG se requiere en el siguiente paso del procesamiento de la glucosa en todas las células la” digestión celular" de la PDG termina allí.  Lo que es más, a excepción del hígado y los riñones, los tejidos del cuerpo no pueden expulsar el fósforo agregado a la molécula por la enzima hexokinasa. Esto implica que la FDG quedaré atrapada en cualluier célula que la haya captado puesto que los azúcares fosforilados -debido a que poseen carga iónica- no pueden atravesar la membrana citoplasmática para salir de la célula, El resultado de esto es una intensa marcación radioactiva de aquellos tejidos con una alta captación de glucosa (como el cerebro, el hígado y virtualmente todos los cánceres).

Resulta interesante reparar en que si bien existen más de doscientas cincuenta clases diferentes de cáncer descritos hasta la fecha, sólo hay por el contrario una técnica de tomografía PET, perfectamente capaz de detectarlos a todos, sin que importe donde estén los tumores o de qué tejido provengan(23)

Fig.1 Cada vez que se realiza una Tomografía por Emisión de Positrones (PET) se está explotando el efecto Warburg con fines diagnósticos. Desde el punto de vista metabólico todas las neoplasias se comportan igual, por tanto, sin importar qué clase de cáncer sea, Ia técnica empleada es siempre la misma: un análogo sintético de la glucosa -combinado con un marcador radioactivo- (FDG) es inyectado en una vena del paciente y, en cuestión de minutos, captado ávidamente por el tejido tumoral. Las manchas negras de la imagen central (PET) revelan tumoraciones secundarias (o sea, metástasis) provenientes del sitio inicial de la enfermedad o tumor primario, que en este caso fue un melanoma. La imagen de la izquierda es una tomografía (CT) y la de la derecha, una fusión visual o composite de ambas, hecha por computadora.

La demostración científica más convincente de que el efecto Warburg está presente en todas las neoplasias es la realización diaria de miles de tomografías PET en todo el mundo. Esta prueba ha estado durante años bajo nuestras narices, sin embargo, prácticamente nadie en el ambiente académico de la oncología convencional parece darse cuenta de que el mismo principio que se utiliza para el diagnóstico... !Puede explotarse terapéuticamente!

Fig.2 Esquema sumamente simplificado de las estructuras cruciales de una célula eucariótica: 1 Núlcleo (y nucléolo), 2 Cromatina (es decir el conjunto de los cromosomas contenidos en el interior del núlcleo), 3 Líquido citoplasmático o citosol, 4 Mitocondrias, s Microtúbulos, 6 Membrana externa (citoplasmática], 7 Poros de la membrana nuclear, 8 Retiíulo endoplásmático rugoso (sistema vesicular dinámico en el cual se procesan las substancias etc), Nótense los ribosomas -fábricas protéicas- adheridos a sus “paredes”, 9 Centríolos, 10 Vacuola o vesícula en formación (de este modo se realiza la endocitosis o incorporación de una substancia desde el espacio extracelular hacia el interior de la célula).

La glucólisis ocurre en el citoplasma o “cisterna interior” de la célula, no en una organela especializada como la mitocondria (Fig. 4), siendo además la ruta metabólica más antigua -desde una perspectiva evolutiva- presente en todo organismo viviente del planeta.(14) Si bien nos interesa tanto la célula transformada como su contexto -o sea su estroma o marco de soporte (tejido conectivo) - para entender apropiadamente los conceptos que venimos discutiendo, lea la sintética ilustración de las organelas o componentes celulares (Fig. 2).

Referencias

martes, 7 de octubre de 2014

La crucial importancia de las membranas celulares


Segunda Parte

Aunque aparentemente sin conexión con el metabolismo energético per se, las membranas celulares son una pieza clave del rompecabezas del cáncer. Las membranas de cada una de nuestros cien mil billones de células están hechas de ciertas grasas especiales llamadas fosfolípidos”; organizados en forma de una capa doble, que sirve a la vez de cubierta externa y de interfase de comunicación con el medio que rodea a la célula viva. Las membranas son en efecto los “pulmones” de las células puesto que a través de ellas entran y salen de manera conveniente infinidad de substancias —desde nutrientes hasta desechos- y es dentro de su doble pared que se encuentran insertados muchísimos receptores moleculares que responden a hormonas, neurotransmisores y otras señales químicas.


Debido a su peculiar conformación, las membranas citoplasmáticas permiten la difusión de O2 hacia el interior del citoplasma, y de ahí, al interior de los cientos de mitocondrias que cada célula tiene. Los fosfolípidos que conforman las membranas no se encuentran rígidamente ubicados en una posición como ladrillos sino que se deslizan dinámicamente con gran flexibilidad según la célula lo necesita. Por su analogía estructural con un cambiante cuadro formado por miles de esferas, que cubrieran la superficie de una laguna, a este modelo que explica el comportamiento de las membranas biológicas se le Ilama "mosaico fluido". La espantosa dieta occidental moderna incorpora a la fuerza gran cantidad de ácidos grasos adulterados a nuestras membranas celulares disminuyendo su y su capacidad fisicoquímica para difundir libremente el oxígeno hacia el interior.


A medida que progresó el siglo veinte, la cultura occidental adoptó una dieta cada vez más cargada de azúcares simples, harinas refinadas, grasas trans, aceites hidrogenados, peroxidados (rancios) y con la proporción inadecuada de omega-6/omega-3.(24-26) Son precisamente dichas grasas adulteradas las que entorpecen las propiedades difusoras y oxigenantes de las membranas, dejando a las células en situación de hipoxia aún cuando el oxígeno abunde en el líquido extracelular. La membrana mitocondrial en particular es crucial en la respiración.






Fig.3 Modelo molecular de la membrana externa (citoplasmática) de una célula y de un receptor para la insulina. 1 Molécula receptora (marrón, naranja, azul, gris y malva). 2 Insulina (amarilla). El receptor insulínico es una proteína trans-membranosa, es decir, está empotrado en la bicapa lipídica exterior de la célula, 3 (amarilla y beige) y la atraviesa. Cuando la insulina se une a la porción extracelular de la proteína receptora detona numerosos cambios dentro de la célula que conducen a la captación de la glucosa.



Cuando por cualquier razón se produce una deprivación sistémica de oxígeno, las células se ven profundamente estresadas dado que se pone en peligro su capacidad para producir la energía [ATP] de que dependen minuto a minuto. Cuando por cualquier razón la presión parcial de oxígeno de un tejido cae más de un 35% durante un tiempo suficientemente largo o incluso de modo intermitente, las células de dicho tejido deben volverse cancerosas (es decir, activar la ruta de la glucólisis) o morir asfixiadas.(27) Visto desde una perspectiva netamente biológica, el cáncer es una alternativa de supervivencia a corto plazo que, si bien puede terminar destruyendo al organismo entero, garantiza unos años de sobrevida a las condiciones adversas permitiendo que el individuo tenga tiempo de propagar sus genes.(28)


Tener cáncer, dado que típicamente la tumorigénesis es un proceso escalonado que tarda muchos años en desarrollarse, no suele interferir con la reproducción de las especies. (29) Muchos mecanismos biológicos de supervivencia priorizan la alocación de recursos que puedan ser escasos –por ejemplo nutrientes esenciales como el Selenio y el Zinc, o la vitamina C, la cobalamina (vitamina B-12) o el folato- destinándolos a garantizar la reproducción.(30)


Como ya explicamos extensamente en un libro anterior (Oncología Ortomolecular) el inicio de toda neoplasia es un intento de reparación o sanación por parte de nuestro organismo frente a cualquier clase de daño: heridas, fracturas, quemaduras, infecciones, radiación ionizante o ultravioleta, etc, que puede o no ser infructuoso dependiendo de que cuente o no con los suficientes recursos biológicos (oxígeno, vitaminas, ácidos grasos, coenzimas, aminoácidos, oligoelementos, mecanismos intactos de reparación y control celular, inmunocompetencia y varios otros). Tanto si escasean los recursos necesarios, como si la herida o lesión del tejido se repite continuamente en el tiempo perpetuando el estado de alarma o respuesta de reparación orgánica, lo que en principio  fue una displasia o una neoplasia microscópica y asintomática eventualmente producirá un verdadero cáncer clínico.(29)


Se ha demostrado y descrito en considerable detalle que muchos pro cesos fisiológicos comunes de reparación, adaptación, cicatrización, inmunización y hasta de reproducción5 implican un período de aguda proliferación celular (31) No solo las células epiteliales (como las de la mucosa intestinal) se reproducen aceleradamente tras una agresión.


Se ha establecido por ejemplo que ciertas células de nuestro Sistema Inmune llamadas linfocitos convierten su metabolismo energético a la glucólisis anaeróbica ( en otras palabras dejan de respirar y comienzan a fermentar) durante la proliferación. Durante tales períodos, es imprescindible que los tejidos reciban abundante oxigenación, pero más importante que dicho oxígeno alcance a difundirse hacia el interior de cada célula. Es en este punto donde resulta crucial que los fosfolípidos que conforman cada membrana celular tengan la calidad adecuada, y sean suficientemente permeables a las moléculas de oxígeno que la hemoglobina (proteína sanguínea transportadora) logre llevar desde los pulmones hasta el líquido intersticial que baña a las células. Si durante un período de estrés biológico y urgente reparación la oxigenación intracelular decae por debajo de cierto umbral (exactamente <35%), las células, para poder sobrevivir y llevar a cabo su función, indefectiblemente adquieren un fenotipo canceroso. (32)


La hipoxia puede deberse a la anemia (hemos cubierto este tópico en el libro BioRegeneración, donde mostramos las evidencias descritas en varios metanálisis de que la anemia promueve y exacerba el cáncer, incrementando de hecho la mortalidad oncológica en un 65%), pero puede también deberse a la constante incorporación dietaria de ácidos grasos poliinsaturados adulterados (rancios, hidrogenados, trans) que pasan a integrar nuestras sensibles membranas citoplasmáticas y mitocondriales, deteriorando seriamente su permeabilidad y capacidad de transferencia de oxígeno. (33-35) Cuando las membranas de nuestras células están llenas de la clase incorrecta de grasas, el oxígeno no puede introducirse y la célula se asfixia lentamente.(36)



"El resultado más importante y por demás completamente inesperado de nuestra

investigación fue Ia comprobación de que la membrana citoplasmática coma tal -

y no por las proteínas u hormonas que puedan interactuar con ella- cumple un importante papel en el metabolismo oxidativo de la céIuIa... Io cual pudimos corroborar incuestionablemente."

Otto Warburg.

The Metabolism of Tumors.



De todo ello se desprende que la calidad de nuestras membranas celulares es un importante eslabón (el penúltimo) de la cadena de factores que garantizan una permanente oxigenación de las células, previniendo su asfixia (hipoxia severa) y la consecuente reacción de adaptación defensiva que conduce al cáncer: la adopción de la glucólisis hipermetabólica como recurso esencial de la supervivencia.
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4 Los fosfolípidos de las membranas biológicas son: fosfatidil serina, fosfatidil colina, fosfatidil  inositol y fosfatidil etanolamina. Existe además un quinto compuesto, la cardiolipina, ubicado únicamente en la membrana interna de las mitocondrias (constituyendo casi una quinta parte de la composición lipídica total). (páginas 124 a 128 Terapia Metabólica del Cáncer), En los mamíferos, la cardiolipina se localiza exclusivamente en la membrana mitocondrial interna donde es indispensable para el óptimo funcionamiento de varias enzimas cruciales para el metabolismo energético.
5 El proceso de la embriogénesis o formación del embrión es sin dudas uno de los más espectaculares ejemplos de neoplasia controlada que existen en la Biología. A partir de las células germinativas, una intensa proliferación crea al nuevo organismo, para luego estabilizarse.

Referencias

martes, 30 de septiembre de 2014

Todo proceso de reparación orgánica puede producir cáncer si no hay suficiente oxigenación celular

Tercera Parte

Ocho décadas atrás Otto Warburg determinó experimentalmente que si a un tejido vivo se le ocasiona hipoxia, concretamente, una reducción de la presión parcial de oxígeno superior al 35%, sus células se vuelven cancerosas6 o mueren.(37) Explorando diferentes grados y periodos de exposición a la hipoxia (obtenida por el uso de nitrógeno puro) Warburg determiné tres efectos concretos. Los periodos de falta de oxigeno que probaron ser definitivamente dañinos—pero de los cuales los cultivos celulares podían recuperarse tras el restablecimiento de las condiciones aeróbicas [apropiada oxigenación] fueron:

a) 15 minutos de hipoxia dos veces por día durante tres días seguidos. Recuperación completa. Luego...
b) 30 minutes tres veces por día durante siete días seguidos. Recuperación lenta e incierta (algunos cultivos no se recuperaron.)
c) Hipoxias más prolongadas, o iguales pero más frecuentes. Recuperación imposible. Células irreversiblemente cancerosas.

Una vez que las células sufren un demasiado grande durante el período de estrés biológico y —en caso de no morir— adoptan el fenotipo glucolítico característico del cáncer, ninguna concentración de oxígeno permite rescatarlas o retrotraerlas a la condición aeróbica con pleno funcionamiento de las mitocondrias y la respiración celular.

Estos experimentos parecieron probar, entre otras cosas, que una vez que las células de un tejido adoptan la ruta anaeróbica, dicho cambio es irreversible y tales células se ven obligadas a permanecer en la modalidad cancerosa, aunque quizá esto no sea del todo cierto. De hecho, recientemente se ha encontrado que ciertas substancias (como el dicloroacetato) son capaces de inducir una recuperación de la función mitocondrial y la cadena respiratoria.(38-40) Hacia mediados del pasado siglo, varios científicos norteamericanos replicaron algunos experimentos, confirmando los hallazgos del laboratorio de Warburg, y publicaron sus resultados en la revista técnica Cancer Research. Su intención era probar – y así lo hicieron— que la hipoxia siempre está presente cuando se desarrolla el cáncer.

De la respiración a la anaerobiosis: un extraño (e ingenioso) experimento

Resueltos a corroborar por sí mismos y de modo independiente los descubrimientos de Warburg y sus discípulos (entre los cuales se encontraban tres futuros ganadores del premio Nobel: Hans Krebs, Otto Meyerhoff y Alex Theorell7) dos investigadores llamados Richard Malmgren y Clyde Flanigan resolvieron inyectar esporas de tétanos en un grupo de ratones sanos. Las esporas tetánicas sólo pueden germinar a muy bajas concentraciones de oxígeno, es decir, son anaeróbicas, y los ratones sanos, cuya sangre está abundantemente oxigenada no desarrollaron tétanos puesto que las esporas no pudieron encontrar ningún rincón de sus organismos en que la presión parcial de oxígeno fuera suficientemente baja. Por e1 contrario, esta es la clave del experimento- al inyectar las esporas del tétanos a ratones portadores de tumores, los desdichados animalitos se enfermaron de tétanos porque la presión de oxígeno en el interior de las masas tumorales es tan baja que dichas esporas encontraron allí un sitio apropiado para germinar. Como hallazgo colateral, ninguna ratoncita en estado de gestación desarrolló tampoco la enfermedad, estableciendo con ello e1 hecho de que los embriones de los mamíferos también estén abundantemente oxigenados: el metabolismo embrionario es aeróbico. Gracias a experimentos como este, que el tenaz Otto solía repetir numerosas veces antes de publicar, para asegurarse de que los resultados eran objetivos y reproducibles, quedó demostrada la anaerobiosis de las células cancerosas. En las décadas subsiguientes, se haría evidente para la comunidad científica que este peculiar estado de los tumores, la hipoxia, es responsable de la multiresistencia o inmunidad de muchas clases de cáncer a los diversos esquemas convencionales de tratamiento con quimioterapia y radioterapia.



El silencio de las mitocondrias

No solo las células cancerosas asumen la vía glucolítica o fermentativa como ruta para obtener su energía sino que, a la vez, deprimen o apagan el proceso de respiración que ocurre en las mitocondrias, lo cual tiene importantes consecuencias biológicas.(41) El proceso de respiración celular que realizan las células (para lo cual inhalamos oxígeno ambiental) brinda las preciadas moléculas energéticas de ATP, o Adenosin Trifosfato -con 3 enlaces fosfóricos que al romperse liberan energía. Pero algo más sucede durante la fosforilación oxidativa: se producen ciertas especies reactivas del oxígeno, llamadas radicales libres (moléculas altamente inestables y promiscuas con una irresistible tendencia a ligarse con todo compuesto que tocan), alterándolo).(35) Ala vez, y quizás de modo más importante aún, los radicales libres están involucrados junto a las mitocondrias en la normal apoptosis o muerte celular programada. Apagar la respiración y la función mitocondrial (a favor de la glucólisis o fermentación anaeróbica) permite entonces a la célula maligna bajar su nivel de oxidación interna y evadir la muerte por apoptosis. Como hemos explicado detalladamente en un texto anterior, si bien el uso farmacológico de antioxidantes es sumamente útil como método de prevención de muchas patologías degenerativas, incluido el cáncer, al tratar una patología tumoral lo que se intenta es precisamente lo contrario: aumentar agudamente la oxidación intracelular en las células malignas para promover su apoptosis.(42-43) Las mitocondrias de las células cancerosas muestran además una intrigante diferencia. En estado normal, como se ha venido explicando, las mitocondrias generan ATP a partir de la glucosa a través del proceso de fosforilación oxidativa (OXPHOS) que, como vimos, es oxígeno-dependiente.(6) Este proceso implica la expulsión de protones, lo cual deprime el potencial eléctrico de sus membranas. Sin embargo, las mitocondrias de las células cancerosas exhiben un alto potencial eléctrico en dichas membranas. Sospechamos que la causa de esto es justamente el cambio a un medio alternativo de producción de energía y que ambos mecanismos tienen de hecho una conexión reciproca8 que funciona a mode de interruptor: al encenderse uno (la glucólisis) se apaga el otro (la OXPHOS).


Fig.4 La imagen superior es una micrografía por transmisión electrónica (TEM), mostrando mitocondrias (azules) y adipocitos (rosados). Las mitocondrias son una clase de organelas (orgánulos) ampliamente distribuidas en el citoplasma de cada célula eucariótica. Su misión primordial es oxidar azúcares y grasas para generar energía en una sucesión de reacciones que involucran al oxígeno: la respiración celular (proceso denominado fosforilación oxidativa u OXPHOS). Las mitocondrias tienen dos membranas, una exterior lisa y una interior plegada. Es en los pliegues de la membrana interior (llamados crestas) que tienen lugar las reacciones químicas de producción energética (ATP). Aumento: 30'000 X.

Hay otras razones -asociadas también a la hipoxia- por las cuales una célula se ve obligada a cambiar su metabolismo hacia la glucólisis. La proliferación celular (que necesariamente ocurre en toda reparación) es sumamente costosa desde el punto de vista energético: las células se reproducen rápidamente y requieren abundante y constante ATP. Si bien la glucólisis necesariamente consume más glucosa, al mismo tiempo es mucho más rápida que la ruta oxidativa. La glucólisis es además menos peligrosa para la célula, ya que la fosforilación oxidativa es una notoria fuente de radicales libres del oxígeno (que generan estrés oxidativo), por lo que alcanzarían niveles decididamente tóxicos en células con tan intenso gasto energético como las neoplásicas (esto claro, si en lugar de la fermentación se utilizara la respiración). La glucólisis no tiene este efecto colateral. Como veré el lector, una vez que comenzamos a mirar en la dirección correcta, todas las piezas del rompecabezas comienzan a encajar perfectamente.


6 Un formidable experimento llevado a cabo independientemente en 1953 (Goldblatt, Cameron y col.) fue el primero en reproducir los hallazgos de Warburg acerca de la hipoxia como factor causativo del cáncer. Un cultivo de ciertas células cardiacas, llamadas fibroblastos, fue expuesto a largos periodos intermitentes de bajo oxigeno, pudiendo obtener finalmente células cancerosas transplantables. En las células de iguales características (controles) cultivadas separadamente sin ciencia de oxígeno no se produjo transformación neoplásica alguna. Vea REFERENCIAS (Pág. 38).
7 En su conjunto, los aportes de Warburg y sus discípulos crearon la bioquímica moderna.
8 Valeria Fantin y col. (Harvard Medical School) deprimieron experimentalmente la glucólisis en animales portadores de tumores —bloqueando por medio de manipulaciones genéticas la enzima LDHA- pudiendo no solo reducir el potencial de sus membranas mitocondriales sino además prolongar dramáticamente la sobrevida de estos. Interesantemente, el consumo de oxígeno se incrementó en las células bloqueadas enzimáticamente, sugiriendo que estaban retornando a la ruta metabólica de la respiración.[44]


martes, 23 de septiembre de 2014

La inhibición de la glucólisis como tratamiento del cáncer


Cuarta Parte 
 
Las células cancerosas exhiben siempre, en mayor o menor medida de acuerdo con el grado de malignidad, una dependencia de la glucólisis (fermentación de la glucosa independiente del oxígeno), y usan esta ruta metabólica para la obtención de la ATP como la fuente fundamental de aporte energético. A este fenómeno se le considera una de las alteraciones metabólicas fundamentales durante la transformación neoplásica. Si bien estos aspectos funcionales de los tejidos cancerosos fueron elucidados experimentalmente in vivo más allá de toda duda hace décadas, es sólo recientemente que se ha obtenido un progreso significativo en la comprensión de los diversos procesos metabólicos subyacentes y, por consiguiente, de su enorme potencial terapéutico.

Experimentos bioquímicos y de biología molecular han revelado varias aberraciones funcionales implicadas en la tumorigénesis, la relación del tumor con su estroma o tejido de sostén, y la metástasis o progresión invasiva. Desde nuestra perspectiva, los más relevantes son: la disfunción mitocondrial(41), las alteraciones enzimáticas (en particular la deficiencia de enzimas antioxidantes como la catalasa, la SOD, la Glutation Peroxidasa)(45,46),la liberación de enzimas destructoras del tejido conectivo (colagenaza, hialuronidasa)(47,48), y la glucólisis hipermetabólica(49). Como resulta evidente, la progresiva dependencia que los tejidos neoplásicos tienen de la ruta fermentativa es el fundamento de una estrategia terapéutica para aniquilar preferencialmente a las células cancerosas por medio de una inhibición farmacológica de la glucólisis. Se han podido identificar y probar varias moléculas con una muy prometedora capacidad antineoplásica, en particular cuando se acompañan de una estrategia global de modulación metabólica. De acuerdo con nuestras propias experiencias los inhibidores de la glucólisis son igualmente efectivos contra las células de crecimiento lento en condiciones de franca hipoxia (debido a la baja presión parcial de oxígeno del microambiente tumoral) como contra las más anaplásicas, indiferenciadas, aberrantes y de rápido crecimiento, usualmente plagadas de defectos mitocondriales y enzimáticos. Notablemente, son los tumores de lento crecimiento los que menor respuesta tienen a los tratamientos convencionales como la radioterapia, exhibiendo lo que se conoce como multirresistencia a las drogas quimioterapéuticas y la radiación ionizante.(50,51)

Un compuesto especial, la 2-Deoxi-D-glucosa (2-DG) ha mostrado ser sumamente efectivo, a la vez que inocuo. La 2-DG es un análogo “sintético” de la glucosa que, si bien sigue al comienzo la ruta habitual de los azúcares (por ejemplo es fosforilada por la enzima hexoquinasa al adentrarse en las células) no puede en definitiva ser metabolizado íntegramente, pasando a ser un elemento entorpecedor del mecanismo de producción energética en la célula neoplásica.(52,53,54) Una vez que arriba a su estado de 2-DG-6 fosfato se acumula en el interior de las células e interfiere con la glucólisis justamente inhibiendo la fosforilación normal de la glucosa, lo cual causa una depleción de ATP (o Adenosis-TriFosfato, molécula que, al contener enlaces químicos de gran potencial energético, constituye la “moneda corriente” de la economía celular).

Usada como droga única, esto es, sin ninguna otra intervención farmacológica o dietética, la 2-DG puede inhibir el crecimiento en una variedad de cánceres, incluido el melanoma(55,56,57,58), y se ha visto también que es capaz de aumentar el efecto de otras técnicas terapéuticos.
Todo tratamiento oncológico, convencional o no, se verá dramáticamente favorecido por la adición de 2-DG al protocolo general. Existe además evidencia de que la 2-DG, inhibidor prototípico de la glucólisis (si bien no el único) y hasta la fecha el de mejor índice terapéutico, es cititóxico para numerosas clases de células cancerosas a la vez que induce la autofagia, estado que –como veremos enseguida- causa la muerte de las células cancerosas de continuarse en el tiempo.(59-60)

La 2-DG causa también otro importante trastorno ya que inhibe un proceso denominado glicosilación protéica, a menudo llamado también caramelización de las proteínas, lo cual crea considerable estrés en una importante organela celular, el retículo endoplásmico, dando lugar a una reacción de alarma crucial para la supervivencia en los organismos complejos, particularmente en los mamíferos, conocida como UPR9 (Unfolded protein response).(61)


9 La estructura tridimensional de las proteínas está ligada indisolublemente a su función. Su configuración espacial proviene de cuatro niveles de organización o complejidad estructural. El 1° nivel lo determina la secuencia de aminoácidos que, como un collar de perlas, constituye el esqueleto interno de toda proteína. El 2° nivel está formado por segmentos de dicha secuencia que se enlaza de modo particular. El 3° nivel deriva de las uniones entre los segmentos secundarios, dando lugar a una estructura bien plegada y compacta (como un paracaídas meticulosamente doblado antes de cada salto). La UPR (unfolded protein response) o Reacción a Proteínas no Plegadas es una respuesta de estrés celular surgida del daño al retículo endoplásmico, conservada en todas las especies de mamíferos y en numerosos organismos más simples. Esta reacción se genera en respuesta a la acumulación de proteínas con un incorrecto o incompleto plegamiento (es decir un defecto en su estructura terciaria) en el lúmen del retículo endoplásmico. En este contexto, la UPR cumple dos objetivos: tratar de restablecer la funcionalidad deteniendo la traducción protéica e intentar incrementar la producción de “chaperonas” moleculares que velan por un correcto plegamiento de las proteínas. De no cumplirse ambos objetivos en un cierto lapso de tiempo, la UPR conduce entonces a la apoptosis, o muerte celular programada.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Descubren la clave por la que muchos tumores reaparecen tras la quimioterapia



Un grupo de investigadores del Princess Margaret Cancer Centre en Toronto han dado con un gran avance en la lucha contra el cáncer. Los científicos han descubierto una razón clave por la que muchos tumores pueden reaparecer después de la quimioterapia. La clave, el estado de latencia de muchas de las células que impulsan el crecimiento tumoral capaces de reavivar la enfermedad cuando se despiertan después de finalizar el tratamiento.

Tal y como explican, el hallazgo podría suponer un nuevo enfoque sobe el estudio y tratamiento del cáncer. Según John Dick, científico y jefe de la investigación:

Hemos demostrado que estas células se esconden de los medicamentos de quimioterapia comunes en un estado de latencia. A partir de aquí debemos de reforzar el estudio ya que representa un cambio de paradigma para la investigación de la enfermedad.

Dick, especialista en genética molecular en la Universidad de Toronto, explica que las células latentes descubiertas tienen exactamente las mismas mutaciones genéticas que las que impulsaron el tumor original. El cáncer se produce cuando las mutaciones genéticas en el ADN de una célula se replican sin control. De esta forma el cáncer es capaz de regresar después de la quimioterapia debido a sucesivas mutaciones genéticas que le hacen resistente a los medicamentos que se utilizan contra los tumores originales:

Esto es cierto en muchos casos, pero el descubrimiento de las células latentes genéticamente idénticas demuestra que existen otras fuerzas en juego en la recurrencia del cáncer, y que estas fuerzas deben ser estudiadas a partir de ahora. Lo que vimos fue células similares o idénticas en esencia a las originales, lo que nos indica que había algo más que estaba conduciendo a su resistencia a la terapia.

El investigador se pregunta si esas células se encuentran en el tumor en una zona donde las hace latentes. El científico explica que junto con las células del cáncer, los tumores contienen una serie de tejidos normales, incluyendo los vasos sanguíneos y agentes del sistema inmune:

Y parece que las células tumorales se encuentran en las proximidades de estas células no tumorales y que pueden influir en su comportamiento. Así que esa es una de las propiedades que se buscan, se debe buscar la razón de esta latencia y qué tipo de señales reciben.

Según explica, el siguiente paso será encontrar la fórmula de matar estas células o de controlar los factores que las hacen “despertar”, entender las propiedades biológicas, no necesariamente las genéticas, que las están impulsando.

De ser así, la comprensión de estas propiedades no genéticas podría llevar a una nueva generación de medicamentos contra el cáncer. Medicamentos capaces de despertar a estas células “dormidas” y exponerlas a la quimioterapia.

Fuente:





http://www.apenb.org/apenbweb/descubren-la-clave-por-la-que-muchos-tumores-reaparecen-tras-la-quimioterapia/

martes, 5 de agosto de 2014

El cáncer, hoy: más cerca de la cura pero con problemas de comunicación



Informe completo sobre el estado del cáncer recuperado de Infobae, viernes 25 de julio de 2014

Por: Daniela Blanco dablanco@infobae.com

El estatus del cáncer está envuelto en una paradoja: la ciencia avanza hacia su salto de calidad más alto y la concientización sobre la detección precoz no avanza. "¡Es la comunicación, estúpido!", reclaman los expertos. Infobae asistió al III Foro de Periodismo Científico en Guadalajara, México, donde se debatió sobre las asignaturas pendientes de la enfermedad en América Latina y el mundo. Aquí las conclusiones y la voz de los especialistas. 





Tan lejos, tan cerca. Esta es la doble sensación que deja el tema cáncer cuando se lo pone en perspectiva global y regional. Hoy, mientras la ciencia da un verdadero –y el más alto– salto de calidad con investigación científica y desarrollo inteligente aplicada a nuevos fármacos y teraupéuticas, lo que se conoce como "buena ciencia", para acercarse cada vez más a la cura, lo que verdaderamente parece fallar es la manera efectiva de promover mensajes de salud pública a la sociedad, para fortalecer la prevención y atacar el cáncer en estadios tempranos.

A medida que la ciencia se desarrolla, se asume lista para una medicina personalizada que permita combinar los conocimientos de los procesos biológicos básicos y la tecnología aplicada. Así avanzan las terapéuticas personalizadas de la mano de la biotecnología y las terapias conjugadas para tratar con efecto "target" al cáncer, pero no crecen con la misma fuerza las consultas tempranas que permitan, según explican los expertos, bajar los estadios del cáncer. Provocar el down staying del cáncer.

La paradoja toma más cuerpo al entender que el cáncer es una enfermedad prevenible y al conocer que entre el 2,4 y 3,7 millones de muertes podrían evitarse, mediante la prevención, la detección temprana y el tratamiento adecuado a tiempo.

En la actualidad, 32, 6 millones de personas viven en el mundo con cáncer y cada año mueren 8,2 millones de personas a causa de esa enfermedad.

Según la Organización Mundial de la Salud los casos de cáncer aumentarán un 62% para 2030 y las proyecciones se basan en la mayor incidencia de la enfermedad por el envejecimiento de la población, los malos hábitos y también la sobrevida de los pacientes con cáncer.

Esto plantea enormes desafíos para el sistema de salud especialmente en América Latina y el Caribe, donde los especialistas estiman para la misma fecha (el 2030) que el cáncer afectará a 1,8 millones de personas.

Infobae asistió a la cumbre sobre cáncer, el III Foro de Periodismo Científico #Roche Press Day en Guadalajara, México que debatió desde múltiples perspectivas la actualidad de la oncología en general, con especial énfasis en América Latina. Aquí un repaso de las principales conclusiones y la voz de los especialistas más destacados.

Una falla en la comunicación

Hay que "ablandar"; "espectacularizar" el tema cáncer, amplificando la información hacia otros discursos y ámbitos socialesl, que logre vencer el corsé de sentido científico y penetrar el cine, el teatro y la literatura. Y que la gente reciba algunos mensajes de manera más directa y cotidiana sobre la vital importancia de la detección precoz y atacar el cáncer en estadios tempranos de la enfermedad.

Allí cobra relevancia lo que logró recientemente el escritor norteamericano John Green con su última novela Bajo la misma estrella (Editorial Sudamericana) ya convertida en película y furor de ventas en todo el mundo –incluso en la Argentina– en la franja de jóvenes de entre 13 y 20 años. Y posiblemente sin proponérselo.

Dos adolescentes que padecen cáncer se enamoran, despotrican y viven la enfermedad. Ella (Hazel) tiene cáncer de tiroides y él (Augustus) perdió la pierna a causa del cáncer. El secreto de esta magnífica historia hiperrealista que atrapó a millones de jóvenes en todo el mundo es que humanizó un tema lejano para los jóvenes, volviéndola cercana y pequeña.

¿Qué está haciendo la ciencia para curar el cáncer? Mucho. ¿Qué están haciendo los sistemas de salud de la región para curar el cáncer? Poco. Siguen desbordados, los pacientes envueltos en burocracia y subutilizando sus derechos, los recursos y presupuestos ante una sociedad desinformada. ¿Qué puede hacer una molécula por la cura del cáncer? Todo.

"¡Es la comunicación, estúpido!", es la reflexión de cualquier oncólogo renombrado.
 

El médico argentino Daniel Ciriano, director médico de Roche para América Latina, puntualiza a Infobae: "Es muy relevante que las sociedades de América Latina entiendan la importancia de la detección temprana y llegar a un tratamiento de cáncer en estadios más tempranos.

Las sociedades de América Latina deben entender la importancia de la detección temprana para llegar al tratamiento contra el cáncer. Es la diferencia entre la vida y la muerte..
Continúa Ciriano: "En la Argentina, mensajes como los de Tita Merello fueron muy valiosos: '¡Chicas, háganse el Papanicolaou!'. Ayudaron a reducir los cánceres cérvico-uterinos en las mujeres. Hoy no se hacen tantas campañas públicas de comunicación sobre el cáncer. En el caso argentino, no hubo un efecto tan fuerte como el de Tita Merello en la población. Nadie hasta ahora tomó el guante sobre la importancia de la prevencion".

"El cáncer se ha convertido en la segunda causa de muerte por enfermedad en América Latina. Su prevalencia y tasa de supervivencia varía por país dependiendo del acceso a los cuidados de la salud, pronóstico de la enfermedad, y factores socioeconómicos del paciente".

En diálogo con Infobae, el médico Luis Pinillos Ashton, miembro del Instituto Internacional de Investigación para la prevención (IPRI por sus siglas en inglés), explica: "En Perú sentamos a todos los actores que intervienen en la problemática del cáncer en la misma mesa y convocamos también a artistas y figuras de la farándula para transmitir con más potencia los mensajes hacia la comunidad. Hay que poder llegar antes con la concientización".

"En América Latina hoy 'suben' las enfermedades crónico-degenerativas como el cáncer, las cardiovasculares y la diabetes, y 'bajan' las infecciosas. Y lo más importante como mensaje a incorporar es que pueden ser prevenibles. Con algo tan simple y tan complejo de lograr como las modificaciones hacia un estilo de vida más saludable. El gran problema hoy es dejar avanzar la enfermedad".

El futuro ya llegó

Para llegar a la cura del cáncer, la ciencia apuesta fuerte a la medicina personalizada y a una batería de tratamientos target y medicamentos que conjugan monoclonales y quimioterapia y angiogénicos de última generación que atacan el entorno alrededor de las células tumorales.

La incidencia de esta enfermedad en América Latina es más baja (163 casos por cada 100 mil) en comparación con Europa (264 personas cada 100 mil) y EEUU (300 cada 100 mil) pero la tasa de mortalidad es más alta.

Las cifras surgen contundentes: la tasa de mortalidad para todos los cánceres en países de bajos ingresos es de 74,5%, mientras que en países de altos ingresos es de apenas 46,3%; es decir que la mortalidad es 1,6 veces mayor que en los países de bajos ingresos.

Ignacio Zervino, director de relaciones institucionales de ACIAPO (Atención Comunitaria Integral al Paciente Oncológico), una ONG argentina que trabaja seriamente con pacientes y familiares con cáncer, analiza a Infobae: "Hay semejanzas entre los sistemas de salud de América Latina que en la actualidad se encuentran desbordados. La región expresa varios temas fundamentales para el control del cáncer: inequidades y asimetrías en el acceso a tratamientos y medicamentos, excesiva burocracia, desinformación, falta de educación y reclamos insuficientes. Hay poca inversión de comunicación en el tema oncológico".




"Hay poca inversión en comunicación en el tema oncológico".
El estudio "El estado de la oncologia 2013" realizado por el Instituto Internacional de Investigacion para la prevención (IPRI por sus siglas en inglés) y dirigido por el prestigioso epidemiólogo inglés Peter Boyle, quien es además creador y director del Instituto Internacional de Prevención e Investigación (IPRI), fue preciso acerca de posicionar a la medicina personalizada como la herramienta más prometedora en la lucha contra el cáncer.
Como cuantifica la OMS, el cáncer es responsable de aproximadamente 7,6 millones (13%) de los 59 millones de muertes que se producen por año en el mundo. Y esta cifra excede la cantidad de fallecimientos ocasionados por las tres enfermedades infecciosas juntas: VIH-sida , tuberculosis y malaria.
 



El principal aporte del documento de Boyle "State of Oncology 2013" es la identificación de tres pilares fundamentales de la oncología que aún representan un desafío para el control del cáncer:

-Prevenir todos los cánceres. No hay que olvidar que las causas evitables de la mitad de los cánceres ya se conocen.

-Tratar todos los cánceres. La mayoría de los cánceres hoy tienen cierto grado de respuesta positiva al tratamiento adecuado gracias a los rápidos avances en la identificación de lo que se llama la malignización de la enfermedad. La cirugía es menos mutilante y la radioterapia es más efectiva al igual que la quimioterapia.

- Curar todos los cánceres. Hoy muchos pacientes con cáncer viven cada vez más tiempo. La curación debería entenderse como la posibilidad de que el paciente tratado tenga una expectativa de vida similar a la de su misma población etaria.

De la molécula al blíster

Sólo conociendo un portfolio de proyectos científicos en marcha o "pipeline" de proyectos de una compañía farmacéutica líder se puede dimensionar el avance de la ciencia hoy: de cómo una molécula a través de un in crescendo científico se transforma en un avance científico.

El doctor Ciriano puntualiza a Infobae: "Para dar sostén a lo que se llama la medicina del futuro –personalizada y biotecnológica– hay que partir de la comprensión de cómo el estudio de una molécula se puede convertir en un tratamiento innovador".

Hoy los tests genéticos son la piedra angular de la llamada terapia dirigida contra el cáncer y de la llamada medicina personalizada en oncología, ya que permiten implementar terapias específicas, según las características biológicas individuales de cada tumor. En ese sentido los biomarcadores genéticos permiten determinar qué pacientes se verán más beneficiados ante determinados agentes terapéuticos.





La clave de la medicina del futuro es el desarrollo de los biomarcadores, la punta de lanza para las estrategias terapéuticas del futuro.
"La clave de la medicina del futuro es el desarrollo de los biomarcadores [conocer los mecanismos intracelulares y moleculares y poder asociarlos luego a un medicamento], la punta de lanza para las
estrategias terapéuticas del futuro. Implica además ahorrar costos a los sistemas de salud al reconocer que para un determinado número de pacientes el medicamento será positivo y para otros no. De esto se trata precisamente la medicina personalizada", precisa Ciriano.

Dice Ciriano: "A través de los biomarcadores uno conoce elementos propios de las células tumorales que no aparecen en las células normales. Lo novedoso que hoy ofrece la ciencia es 'intercambiar' más específicamente con la célula tumoral a través de múltiples plataformas de tratamientos".

 
Entre ellos están las terapias y medicamentos angiogénicos que actúan sobre el entorno de la célula tumoral y evitan que se reproduzcan vasos sanguíneos que alimentan a los tumores. Y lo más nuevo tiene que ver con los conjugados que mezclan anticuerpos monoclonales con quimioterapia (medicamentos conjugados) y los biotecnológicos.

Precisa Ciriano: "El 50% de los productos clínicos en desarrollo incluyen hoy la medicina target. Las ventajas son muchas e impactarán positivamente en el servicio de salud pública: administrarán el tratamiento correspondiente al paciente adecuado en el momento justo. Y al combinar la medicina molecular y la tecnológica provocará un ahorro en los costos de la salud".

Inside de la región

Pinillos Ashton detalla a Infobae: "El cáncer es una enfermedad costosa y golpea más a los sectores más pobres y humildes por el acceso a los tratamientos. Para los gobiernos de la región todavía es difícil entenderlo y administrar en consecuencia los presupuestos y planificar las políticas públicas de salud oncológicas partiendo de esta premisa. Los sistemas de salud de la región pierden mil millones de dólares sólo por el concepto de años de vida saludables perdidos y no se invierte en consecuencia".

Segun la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el cáncer es el responsable del 20% de las muertes en el continente americano. Hoy es la segunda causa de muerte por enfermedad en algunos países como Argentina, Brasil y Chile.

En esta región el tipo de cáncer más común en los hombres es el de próstata, seguido por los de pulmón, tráquea y bronquios. Y en las mujeres, el de mama.

En Latinoamérica la concientización del cáncer como asunto de salud pública y creación de políticas ha tenido un desarrollo irregular a pesar de que la "foto" sobre el funcionamiento es similar: Brasil, México, Colombia, Uruguay y Argentina las implementaron desde las primeras décadas del siglo XX. 




En la Argentina, en 2010, se creó con el respaldo del Ministerio de Salud de la Nación el Instituto Nacional del Cáncer (INC) para desarrollar e implementar políticas y programas de salud pública para el control, la prevención y el tratamiento del cáncer. En las mujeres la mayor incidencia la tuvo el cáncer de mama con 74 nuevos casos cada 100 mil habitantes y en los hombres el de próstata con 58,4 cada 100 mil.

Entre los 5 y los 14 años y después de los 64 años, los neoplasmas son la causa principal de mortalidad en la Argentina. En la población de entre 40 y 64 años el cáncer es la segunda causa de mortalidad. Respecto de los tumores pediátricos, las leucemias son el tipo más frecuente.

Para Pinillos Ashton, los dos temas fundamentales del cáncer son: bajar los estadios del cáncer, "el down staying de la enfermedad", para evitar muertes tempranas. En la fase 3 ó 4 es muy difícil curarlo, mientras que en la fase 1 y 2 tiene el 90 por ciento de las posibilidades para transformarlo en una enfermedad crónica. Y el segundo tema es encarar políticas públicas de salud equitativas con Estados que intervengan de manera activa en la prevención y tratamiento de la enfermedad".

Las barreras del acceso

Así, el estudio de Boyle acuerda que ser pobre es carcinógeno.



Así el estudio de Boyle acuerda que ser pobre es carcinógeno.

Las desigualdades en el acceso a la salud y a los tratamientos golpean directo a los pobres y a aquellos que no tienen acceso ni información para cuidarse y prevenir el desarrollo de la enfermedad.

Aclara Zervino a Infobae: "Todas las ONG de pacientes coincidimos en que el acceso es el aspecto más relevante y más crítico dentro de la problemática de los pacientes oncológicos en la región. Las personas que dependen de la cobertura pública de la salud sufren especialmente la burocracia y demoras que colaboran a la desinformación".

Otro de los problemas actuales es la subutilización de los derechos que ofrece el Estado para los pacientes con cáncer.

"No se accede a determinados derechos por desconocimiento o desinformación, y esto ocurre en toda Latinoamérica. Los sistemas de salud de la región tienen que trabajar en sus propios consensos: sobre qué es lo más equitativo y viable. Hoy los sistemas de salud carecen de la adecuación de los presupuestos públicos a la incidencia de la enfermedad hoy", concluye Zervino.

Los desafíos que vienen

El cambio hacia la inclusión de la medicina personalizada está en marcha. Ya se utiliza en oncología, hematología, cardiología y enfermedades poco frecuentes. Cronificar el cáncer es el desafío que se viene.

La medicina personalizada implica la instalación de un nuevo paradigma entre las diversas áreas de la atención médica y de una nueva forma de compromiso multidisciplinario.

La farmacéutica Roche, con sede regional en San Pablo, Brasil, se enfoca en la innovación como eje de su identidad científica y jerarquiza la investigación en oncología como el núcleo central de la compañía. De alguna manera allí hizo su mejores y más trascendentes aportes y avances científicos en los últimos 50 años.

Jörg Michael Rupp, alemán y presidente de Roche para América Latina, define a Infobae: "Nuestra cultura de innovación nos permite descubrir y desarrollar medicamentos y pruebas de diagnóstico que atienden necesidades médicas actuales y futuras. Roche es líder en oncología. En 2013 invirtió más de 8 mil millones de francos suizos a nivel global en investigación y desarrollo; el 20% de sus ganancias".

Dice Rupp a Infobae: "En América Latina nuestro primer compromiso es promover el acceso a tratamientos médicos innovadores así como la disponibilidad de tecnologías de diagnóstico. Roche invierte en la región 93 millones de francos suizos en investigación. En 2013 la red de innovación que conformó la compañía con diversos grupos científicos locales de investigación y desarrollo participó en 200 estudios clínicos".

Quienes hoy reciben un diagnóstico de cáncer tienen una sobrevida seis veces mayor que las personas que lo recibían 40 años atrás. La sobrevida promedio era entonces de un año y ahora es de 6 años.

Concluye Zervino: "La búsqueda de consensos generará más conciencia para lograr sistemas de salud menos hipócritas. Este es el camino largo que los actores deben caminar decididos y es la clave para avanzar hacia un futuro más realista y promisorio".

Tal vez la figura del escritor John Green resume la clave de lo que hoy necesita que acompañe a la ciencia: comunicación. Considerado por la revista Times uno de los 100 hombres más influyentes del mundo y apelando a la cultura transmedia –utilizar todos los soportes para generar contenidos impactó fuertemente en la generación 13-20, la más difícil de penetrar y conmover.

La cura del cáncer alguna vez tendrá su propia novela hiperrealista.